domingo, 19 de marzo de 2017

Dejected Mass - Dirge


Año: 2016
Sello: Independiente/Autoproducido
País de origen: Alemania

Cada disco tiene su tiempo de asimilación, su tiempo de conocimiento por parte del oyente. Hay discos que entran en la mente del oyente y se instalan ahí inmediatamente. Otros, por oposición, necesitan de más tiempo, exigen un mayor grado de concentración y repeticiones varias hasta que uno logra dar con la esencia del álbum...o no. Así como uno puede lograr comprender una obra con el paso del tiempo, y pasar de mirarla de reojo a disfrutarla sin prejuicios, también puede suceder que ésa placa jamás llegue al centro emocional del oyente, y que, por ende, jamás lo afecte.
El primer disco de los teutones de Dejected Mass, quienes previamente habían grabado dos maquetas, es un disco que me costó al principio, un álbum que tuve que escuchar varias veces hasta lograr apreciarlo. No es que no me haya gustado de entrada, no es así. La primera audición me resultó amena, pero un poco agobiante. Mas, con las sucesivas repeticiones, fui encontrándole la vuelta y empecé a comprender algo que al principio me alejaba un poco de la banda. Es que el sonido de los germanos es opaco, apagado; muy grave y pesado, eso sí, pero no lograba impactarme, no me aplastaba, no me dejaba atolondrado en el piso, tal como me gusta sentirme cuando escucho un disco de Doom Metal. Bueno, Doom Death, en éste caso en particular. Pero, bueno, lo concreto es que "Dirge" no era un disco fácil de asimilar para éste servidor, y la raíz del problema estaba en el sonido. Y aquí entra a jugar lo que dije al comienzo acerca de los tiempos que cada uno tiene para comprender determinadas cosas. Es que con las sucesivas audiciones, me dí cuenta de que Dejected Mass no suenan así, tan opacos y grises, porque haya habido una falla en la producción del disco: ése es su sonido, suenan así porque así lo quieren. En otras palabras, es a propósito que las guitarras suenen de manera comprimida, como si se fusionaran con el bajo, conformando una muralla de graves sombría y carente de brillo, alejado de todo atisbo de luminosidad que pueda aportar algo de claridad al sonido del grupo. Ésa es la esencia del grupo, y cuando uno entiende eso, entiende la obra en sí.
"Dirge" es un disco realmente odioso, jodido, lúgubre. Los fans del estilo lo van a amar, muy probablemente, aun cuando su sonido no encaje al 100% dentro de lo que conocemos como Doom Death. Pero su espíritu es el correcto, las canciones aciertan sin deslumbrar (pero aciertan, a fin de cuentas), y las atmósferas son brumosas y asfixiantes, y fluctúan entre lo gélido y lo candente con una facilidad asombrosa.
Por cierto, el recurso del crescendo es lo más destacable del disco, por lo que es una obviedad decir que lo mejor llega sobre el final de la placa ¿cierto? Mas, no por obvio deja de ser cierto: el último tema, "Worthless Life", es lo mejor. No porque sea una gran canción, sino porque es la pieza que les permite alcanzar el máximo nivel de oscuridad, y porque es la pieza que termina de darle un sentido definitivo y concreto al disco.
6 canciones que parecen haber nacido juntas, creadas bajo un mismo manto de niebla y usando un formato similar para todas, pero ocupando cada una su espacio y su rol en un disco que me costó asimilar, pero que terminé disfrutando.

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